¿Qué es la leche?

La leche es un alimento muy completo ya que contiene calcio, fósforo, magnesio y proteínas, que son esenciales para el desarrollo y crecimiento. Un adecuado consumo de leche durante todas las etapas del desarrollo humano contribuirá a mantener huesos y músculos fuertes y prevenir enfermedades asociadas en la edad adulta.

La leche es fuente de proteínas de elevado valor biológico, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales, incluso en cantidades superiores al patrón proteico internacional de referencia.

Además, la leche contiene péptidos bioactivos, con propiedades beneficiosas demostradas científicamente para el sistema inmunitario, cardiovascular y digestivo.

Es la principal fuente dietética de calcio, no sólo por su elevado contenido de en este mineral, sino también por su alta biodisponibilidad gracias a otros componentes de la leche: vitamina D, proteínas, fósforo, etc…

Es rica en vitamina A, especialmente importante en el crecimiento, el desarrollo, la inmunidad y la salud ocular.

¿De qué se compone la leche?

Composición de leche de vaca por cada 100 ml

  • Hidratos de carbono: 4,6
  • Proteínas: 3,1
  • Caseína: 2,8
  • Albúmina: 0,7
  • Lactosa: 4,9
  • Grasas: 3
  • Cenizas: 0,75
  • Residuo seco: 11,7
  • Agua: 87,0

La lactosa es el hidrato de carbono mayoritario (98%) que contiene la leche y por causa de la acción de algunas bacterias acidificantes se transforma en ácido láctico obteniendo como producto final leches fermentadas y yogur. Para poder ser digerido necesita la lactasa, una enzima que se segrega en el intestino delgado. Si hay un déficit o disminución de la producción de esta enzima, no se absorberá ni se digerirá correctamente la lactosa hasta el punto de poder aparecer unas diarreas características, que son la manifestación primordial de la intolerancia a la lactosa.

Además, la leche contiene proteínas de alto valor biológico. Como la caseína (78% del total de proteínas), del que se obtiene el cuajo, y seroproteínas (17% del total de proteínas) de donde obtenemos la cuajada o el queso fresco. También contiene muchas enzimas como lipasas (responsables del sabor y olor a rancio), proteasas (responsables de la formación de la cuajada) y fosfatasas alcalinas (indicador de una correcta pasteurización).

¿Por qué tomar lácteos a diario?

La actual pirámide alimentaria recomienda consumir de 2 a 4 raciones de lácteos al día. Los productos lácteos son la leche, el yogur y el queso. La leche es rica en agua, proteínas de alta calidad, hidratos de carbono (lactosa) y baja en grasas. Es fuente de vitaminas como la A, E y K y de sales minerales como el calcio, fósforo y sodio. Contiene poca cantidad de vitamina C y hierro. Se aconseja consumir como mínimo un vaso de leche al día.

El yogur es un alimento que se obtiene al añadir a la leche entera, semidesnatada o desnatada o hervida, fermentos que degradan la lactosa convirtiéndola en ácido láctico. Su valor alimentario es similar a la leche pero con menor contenido en lactosa. Se aconseja consumir 2 yogures diarios.

Los yogures contienen probióticos que son microorganismos vivos que interaccionan con las bacterias de la microflora intestinal o con las células de la mucosa intestinal y sus acciones son: equilibrar la flora bacteriana intestinal, proteger frente a infecciones gastrointestinales y diarreas e incrementar las defensas, ya que potencian la respuesta inmunológica.

El queso es un producto fresco o madurado, sólido o semisólido obtenido de la separación del serum después de la coagulación de la leche por acción del cuajo u otro coagulante. El queso presenta un alto valor nutritivo por su contenido en calcio y vitaminas A B2, B12 y D. Su contenido en hidratos de carbono es escaso y disminuye de manera proporcional al aumento de la maduración del queso. Su contenido en grasas varía según el tipo y grado de curación del queso.

Más información en: www.inlac.es

¿Por qué tomar lácteos en cada momento de la vida?

La leche juega un papel importante en el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades crónicas. La leche y los productos lácteos se encuentran entre los más altos proveedores de calcio fácilmente absorbible. Debido a que la masa ósea máxima no se alcanza hasta la tercera década de vida, es especialmente importante para los adultos cubrir el requerimiento de calcio, proteínas y vitamina D, con el fin de prevenir la osteoporosis. La falta de estrógenos en mujeres posmenopáusicas previene la absorción y utilización del calcio por lo que se hace necesario suplir ese déficit a través de la alimentación.

Embarazo y lactancia

Muchos de los nutrientes de la leche se requieren durante esta etapa como por ejemplo proteínas, fósforo, magnesio, vitamina B12, riboflavina, ácido fólico y calcio. El consumo de hasta 3 porciones de productos lácteos durante el embarazo, y hasta 5 durante la lactancia, puede llegar a cumplir con estos requisitos.

Niños y adolescentes

Durante esta etapa el consumo de calcio y hierro es fundamental y ayudará a mantener huesos y dientes en buen estado.

Los niños menores de 11 años deben consumir 3 porciones de lácteos al día y los mayores, 3 o 4 diarias.

Adultos

La leche juega un papel importante en el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades crónicas. La leche y los productos lácteos se encuentran entre los más altos proveedores de calcio fácilmente absorbible. Debido a que la masa ósea máxima no se alcanza hasta la tercera década de vida, es especialmente importante para los adultos cubrir el requerimiento de calcio, proteínas y vitamina D, con el fin de prevenir la osteoporosis. La falta de estrógenos en mujeres posmenopáusicas previene la absorción y utilización del calcio por lo que se hace necesario suplir ese déficit a través de la alimentación.